Es necesario que los automóviles estén siempre listos debido a las crecientes demandas del estilo de vida actual. Por tanto, es esencial que todos los componentes del coche estén en óptimas condiciones, especialmente los frenos, ya que son fundamentales para garantizar la seguridad de los ocupantes.
Por qué debes cambiar las pastillas de freno
Las pastillas de freno son cruciales para la desaceleración del vehículo, ya que generan fricción en el disco para disminuir su rotación. Sin embargo, con el uso, las pastillas se desgastan y pueden afectar negativamente la eficacia de la frenada. Es importante tener en cuenta que unos frenos desgastados pueden aumentar la distancia de frenado, lo cual es muy peligroso.
No obstante, no hay razón para alarmarse, ya que en este artículo se ofrece una solución sencilla en 8 pasos para reemplazar las pastillas de freno y garantizar la seguridad del vehículo.
Las pastillas de freno pueden estar compuestas por diversos materiales, lo que influirá en su duración, precio y características.
- Las pastillas semimetálicas son las más comunes y económicas.
- Las pastillas orgánicas son más costosas, pero suelen ser más efectivas, aunque también tienen una vida útil más corta.
- Las pastillas metálicas son las más duraderas.
- Las pastillas cerámicas son las más efectivas, ya que se calientan menos con un uso intenso, pero son las más costosas y suelen ser utilizadas en coches deportivos.
8 pasos para cambiar las pastillas de freno
Estos son los pasos que debemos seguir para cambiar las pastillas de freno:
- Girar la dirección del coche y aflojar los tornillos de la rueda correspondiente. Para cambiar la pastilla de la derecha, girar la dirección hacia la derecha y viceversa. Aflojar los tornillos sin quitarlos del todo con una llave cruz.
- Elevar el coche con un gato y quitar la rueda.
- Sacar las pastillas de freno. Utilizar una llave Allen para quitar los tornillos y hacer palanca sobre los bordes del disco para extraer la pastilla.
- Introducir las nuevas pastillas. Insertarlas de lado y colocarlas sobre la chapa superior metálica. Comprimir y ajustar el pistón de freno para que queden encajadas. Atornillar con la llave Allen.
- Montar la rueda y asegurarse de que queda bien sujeta.
- Repetir el proceso con el resto de pastillas de freno en las demás ruedas (en este caso, solo las traseras).
- Bombear el freno varias veces para asegurarse de que funciona correctamente.
- Conducir 100 kilómetros sin frenar bruscamente para comprobar que todo funciona correctamente.
Sin embargo, la recomendación será siempre acudir a un servicio de frenos especializado
¿Cómo saber si fallan los discos de freno?
Si al frenar sientes una vibración en el pedal y en el volante, es probable que los discos de freno estén deformados y necesiten ser sustituidos. También es posible comprobar su estado visualmente, observando si hay una gran diferencia de altura entre la superficie de frenado y el borde del disco, lo cual indica la necesidad de cambiarlos.
Cuándo hay que cambiar las pastillas de freno
La frecuencia de cambio de las pastillas de freno varía según el tipo de conducción que se realice, ya sea en ciudad, carretera o autopista, así como la agresividad al volante. En promedio, se recomienda cambiar las pastillas delanteras cada 60.000 km y las traseras cada 120.000 km.
Como hemos podido comprobar, es importante seguir estos pasos detalladamente al cambiar los frenos y pastillas de freno para asegurarnos de que se ha realizado correctamente. De esta manera, podremos garantizar nuestra seguridad al volante sin comprometerla.